La isla Robinson Crusoe se puede resumir en una sola palabra: AVENTURA.
Para visitarla, se tienen que olvidar todas las comodidades de la vida en la ciudad para despertar y aventurarse a una nueva y única experiencia en la naturaleza.
Sólo el uno por ciento de los chilenos ha visitado la isla Robinson Crusoe, razón por la cual quienes se atreven a hacer este viaje se deben sentir privilegiados de conocer un lugar tan exclusivo en el mundo.
La variación diaria del tiempo permite en la práctica vivir las cuatro estaciones de un día. Ante este escenario, es aconsejable llevar siempre consigo una chaqueta impermeable y cortaviento para las eventualidades que presente la Isla.